Movimiento de reforma laboral
Historia del Día del Trabajo: 3 momentos cruciales del movimiento obrero moderno Desde un mortífero incendio en una fábrica hasta un enfrentamiento presidencial con los huelguistas, estos importantes acontecimientos laborales fueron fundamentales para la historia de Estados Unidos, el movimiento obrero moderno y los derechos de los trabajadores.
El Día del Trabajo se convirtió en fiesta federal oficial en 1894, gracias al Presidente Grover Cleveland. En esencia, este día pretende celebrar al trabajador común. Pero cuando oímos hablar del Día del Trabajo, ¿qué nos viene a la mente? ¿Perritos calientes a la parrilla, el final del verano? ¿Quizá las rebajas de la vuelta al cole? “El Día del Trabajo debe ser un momento en el que todos reflexionemos sobre la contribución fundamental de los trabajadores al desarrollo político, económico y cultural de este país”, afirma Claudrena Harold, profesora de Historia de la Universidad de Virginia.
1911: Incendio de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist A principios del siglo XX se produjo un periodo de industrialización masiva, en el que el trabajo en las fábricas se convirtió en un empleo común realizado a menudo por jóvenes trabajadores inmigrantes, especialmente mujeres. La fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York se convirtió en el escenario de uno de los desastres industriales más mortíferos de la historia de Estados Unidos. La tragedia ocurrida allí el 25 de marzo de 1911 marcó un punto de inflexión en la historia del trabajo y ayudó a establecer las normas modernas de seguridad en el lugar de trabajo.
¿Cuáles eran los 3 objetivos principales de los sindicatos?
En el sector industrial, los sindicatos lucharon por mejores salarios, horarios razonables y condiciones de trabajo más seguras.
¿Cuál es la importancia de los movimientos obreros?
Aumentan los salarios, reducen la desigualdad, eliminan las diferencias salariales y hacen que la democracia funcione al conseguir que más personas participen en el proceso y ayuden a defender las posiciones que apoya la clase trabajadora. Los sindicatos ayudan a equilibrar el poder en nuestra economía y nuestra democracia, y eso es algo que necesitamos ahora mismo.
Identificar las reivindicaciones de los primeros movimientos obreros.
Cualquiera que esté familiarizado con el movimiento obrero actual sabe que la mano de obra organizada es un grupo heterogéneo: afroamericanos, latinos, asiáticos y asiático-americanos, blancos, hombres y mujeres, ciudadanos y trabajadores indocumentados, todos componen las filas de los sindicatos afiliados a Cambiar para Ganar y a la AFL-CIO. No cabe duda de que la mano de obra estadounidense se caracteriza por una diversidad sin precedentes y, como es lógico, también la mano de obra organizada. En los últimos años, el movimiento obrero ha adoptado y, en un grado sin precedentes, defendido la igualdad racial y de género, situándose a menudo a la vanguardia de los movimientos por la igualdad y los derechos civiles en Estados Unidos. Y esa conexión -trabajo y derechos civiles- tiene profundas raíces históricas.
Tomemos como ejemplo uno de los momentos clave en el surgimiento del movimiento moderno por los derechos civiles: El boicot de autobuses de Montgomery de 1955-56. La historia estándar presenta a una costurera cansada, Rosa Parks, cuya valiente negativa a ceder su asiento en un autobús público segregado lanzó un boicot y un movimiento. Esa historia también presenta a un joven Martin Luther King, Jr. un entonces oscuro ministro cuya carrera política en la escena nacional e internacional fue lanzada por su liderazgo en el boicot. Pero los orígenes del boicot se remontan a otro lugar, en parte a un sindicalista, E.D. Nixon, un activista local de los derechos civiles que era miembro de la Hermandad de Porteadores de Coches Dormideros. Fue Nixon quien se puso en contacto con el recién llegado King para que dirigiera la Montgomery Improvement Association; los sindicalistas del Norte ofrecieron un importante apoyo financiero y logístico al boicot; y, desde la perspectiva de los Pullman Porters, el boicot fue su historia, que cubrieron con detalle en las páginas del Black Worker, la revista mensual de los porteadores.
Principales acontecimientos de la historia laboral
Los sindicatos son asociaciones de trabajadores creadas para proteger sus derechos y defender sus intereses. Los sindicatos negocian con los empresarios a través de un proceso conocido como negociación colectiva. El contrato sindical resultante especifica el salario, el horario, las prestaciones y las políticas de salud y seguridad en el trabajo de los trabajadores.
Gracias a los esfuerzos de los sindicatos, los trabajadores han conseguido salarios más altos, horarios más razonables, condiciones de trabajo más seguras, prestaciones sanitarias y ayudas cuando se jubilan o lesionan. Los sindicatos también fueron decisivos para acabar con la práctica del trabajo infantil. Han ejercido una amplia influencia en la vida estadounidense, remodelando el tejido político, económico y cultural del país.
El apoyo a los sindicatos ha ido en aumento en Estados Unidos. Una encuesta de Gallup, publicada el 30 de agosto de 2022, reveló que el 71% de los estadounidenses apoya ahora a los sindicatos, frente al 65% antes de la pandemia, y el nivel de apoyo más alto desde 1965.
La primera huelga de trabajadores de la que se tiene constancia en Estados Unidos se produjo en 1768, cuando sastres oficiales protestaron por una reducción salarial. En 1794, los zapateros de Filadelfia formaron un sindicato llamado Federal Society of Journeymen Cordwainers; su creación marcó el inicio de la organización sindical sostenida en Estados Unidos.
Cronología del movimiento obrero
La Lowell Female Labor Reform Association comenzó a imprimir el periódico “The Voice of Industry” en 1846. El periódico no sólo difundía eventos especiales y noticias importantes, sino que, como demuestra el clip anterior, también permitía la expresión creativa de hombres y mujeres por igual. http://industrialrevolution.org/
En enero de 1845 se fundó la Lowell Female Labor Reform Association (LFLRA). Esta organización, que colaboraba y recaudaba fondos con otros grupos laborales locales como la New England Workingmen’s Association y la New England Labor Reform League, se dedicó a promover los intereses de la mano de obra femenina de Lowell a nivel estatal.
La organización de peticiones para enviarlas a la Cámara de Representantes del Estado de Massachusetts fue una de las formas en que la LFLRA intentó provocar cambios. Con la esperanza de que sus voces fueran escuchadas, estas mujeres firmaron miles de peticiones a favor de reformas que mejoraran sus condiciones de trabajo y de vida. Una petición de 1845 en la que se solicitaba la aprobación de una ley de jornada laboral de diez horas que se presentó a la asamblea legislativa llevó más de 2000 firmas, y una petición posterior llevó casi 4500. Para las mujeres de los movimientos obrero y sufragista, las peticiones eran una herramienta excelente. Sin derecho a voto, era una de las formas más eficaces de mostrar a los legisladores el apoyo que tenían a su causa.