Teoría transaccional del estrés laboral
El estrés laboral es el estrés psicológico relacionado con el propio trabajo. El estrés laboral se refiere a una afección crónica. El estrés laboral puede controlarse comprendiendo cuáles son las condiciones estresantes en el trabajo y tomando medidas para remediarlas[1]. El estrés laboral puede producirse cuando los trabajadores no se sienten apoyados por sus supervisores o compañeros, tienen la sensación de tener poco control sobre el trabajo que realizan o consideran que sus esfuerzos en el trabajo no se corresponden con las recompensas del mismo[2]. El estrés laboral preocupa tanto a los empleados como a los empresarios porque las condiciones de trabajo estresantes están relacionadas con el bienestar emocional, la salud física y el rendimiento laboral de los empleados[3]. [3] Un estudio histórico llevado a cabo por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo concluyó que la exposición a largas jornadas laborales, que se teoriza que operan a través de un aumento del estrés laboral psicosocial, es el factor de riesgo laboral con la mayor carga atribuible de enfermedad, según estas estimaciones oficiales, causando la muerte de unos 745.000 trabajadores por cardiopatía isquémica y accidentes cerebrovasculares en 2016[4].
¿Cuáles son los 3 elementos del modelo de estrés de Lazarus?
Se distinguen tres tipos: daño, amenaza y desafío (Lazarus y Folkman 1984). El daño se refiere al perjuicio o pérdida (psicológica) que ya se ha producido. La amenaza es la anticipación de un daño que puede ser inminente. El desafío es el resultado de exigencias que una persona se siente segura de dominar.
¿Cuáles son los 4 factores de estrés en el trabajo?
Causas del estrés laboral
Largas jornadas laborales. Gran carga de trabajo. Cambios en la organización. Plazos ajustados.
¿Cuáles son las 6 categorías de factores de estrés laboral?
Hay seis áreas principales que pueden provocar estrés laboral si no se gestionan adecuadamente. Estas son: exigencias, control, apoyo, relaciones, rol y cambio.
Teorías del estrés laboral pdf
ResumenEn la sociedad moderna, el estrés laboral está muy extendido. El problema es que el estrés laboral puede causar enfermedades. Para ayudar a comprender la relación causal entre estrés laboral y enfermedad, presentamos un modelo computacional de esta relación. Es decir, a partir de la teoría de la carga alostática, plasmamos el vínculo entre estrés laboral y enfermedad en un conjunto de fórmulas matemáticas. A continuación, mediante estudios de simulación, examinamos la capacidad de nuestro modelo para reproducir las principales conclusiones de anteriores investigaciones empíricas. En concreto, los resultados del estudio 1 sugirieron que nuestro modelo podía reproducir con precisión los resultados establecidos sobre las fluctuaciones diarias de los niveles de cortisol (tanto a nivel de grupo como a nivel individual). Los resultados del Estudio 2 sugirieron que nuestro modelo podía reproducir con exactitud los resultados establecidos sobre la relación entre el estrés laboral y las enfermedades cardiovasculares. Por último, los resultados del estudio 3 arrojaron nuevas predicciones sobre la relación entre las configuraciones de la semana laboral (es decir, cómo se distribuyen las horas de trabajo a lo largo de los días) y el posterior desarrollo de enfermedades. En conjunto, nuestros estudios sugieren un nuevo enfoque computacional para estudiar la relación causal entre el estrés laboral y la enfermedad. Sugerimos que este enfoque es fructífero, ya que ayuda al desarrollo de una teoría falsable y abre nuevas vías para generar predicciones sobre por qué y cuándo el estrés laboral es (in)saludable.
Estrés laboral
El estrés laboral está muy relacionado con el entorno de trabajo. Lugares como Nueva York, Los Ángeles y Londres, entre otros muchos municipios, reconocen la fuerte relación entre el estrés laboral y los infartos de miocardio. Dado que el estrés laboral es el resultado de muchas interacciones complejas entre un individuo y una gran organización de funcionamiento sistemático, se han propagado numerosas teorías para explicar la relación entre ambos.
Según este modelo, una persona empieza a sentir estrés en un puesto de trabajo en el que su aptitud, habilidades, capacidades y recursos están en consonancia con las necesidades de su trabajo. El perfil laboral en el que se desenvuelve debe estar en consonancia con sus necesidades, conocimientos y aptitudes.
Si no se atienden estas necesidades, los empleados se convierten en “inadaptados” en ese ámbito, lo que se traduce en un retraso en el rendimiento y en el incumplimiento de las expectativas de la dirección. Estos empleados acaban perdiendo productividad, se aíslan y recurren a la negación como mecanismo de defensa.
Este modelo propone que para que un empleado tenga éxito en cualquier trabajo, necesita tener cierto grado de autonomía y debe poder dar una opinión que sea escuchada. Tales condiciones redundan en el enriquecimiento del trabajo y la lealtad del empleado. La ausencia de estos factores puede causar desvinculación laboral y descensos de la productividad.
Síntomas de estrés laboral
El estrés se ha definido de diferentes maneras a lo largo de los años. Al principio se concebía como una presión del entorno, luego como una tensión en el interior de la persona. Hoy en día, la definición generalmente aceptada es la de interacción entre la situación y el individuo. Es el estado psicológico y físico que se produce cuando los recursos del individuo no son suficientes para hacer frente a las exigencias y presiones de la situación. Así pues, el estrés es más probable en unas situaciones que en otras y en unos individuos que en otros. El estrés puede socavar la consecución de objetivos, tanto para los individuos como para las organizaciones (cuadro 1).Ver este cuadro:
El estrés se experimenta cuando alguno de estos mecanismos no funciona correctamente o cuando nos resulta difícil pasar adecuadamente de uno a otro. Esto constituye la base de los enfoques individuales de la gestión del estrés (fig. 2). La figura 2 muestra que la percepción, o valoración, de la situación es clave para saber si causa estrés o no. Esta es la base del modelo transaccional del estrés,2 según el cual la capacidad de una persona para prevenir o reducir el estrés viene determinada por su valoración de (a) la amenaza dentro de una situación (valoración primaria), y (b) la valoración de sus habilidades de afrontamiento para hacer frente a esa amenaza (valoración secundaria). Estas valoraciones han sido moldeadas por experiencias pasadas de afrontamiento del estrés y, a su vez, influyen en el comportamiento y las valoraciones futuras. Así pues, el proceso de valoración, comportamiento y estrés es continuo, y la gestión del estrés puede ser el resultado de cambiar la forma de valorar la situación (técnicas cognitivas) o de responder a ella (técnicas conductuales o cognitivas).