Igualdad de género en el lugar de trabajo
Implantar la igualdad de género en el lugar de trabajo no es sólo una tarea de marcar casillas porque es “lo que hay que hacer”. Es una cuestión de igualdad de oportunidades que puede beneficiar a su empresa. Este artículo explica por qué es necesaria la igualdad de género en el lugar de trabajo.
A pesar de que el mundo se enfrenta a la misoginia y el patriarcado, las mujeres siguen cobrando menos que los hombres. Además, debido a los prejuicios de género predominantes, las trabajadoras siguen siendo un grupo infrarrepresentado en los puestos de liderazgo.
Estamos en 2021 y, sin embargo, vemos que en muchas empresas domina un solo género. Por ejemplo, según el Índice Global de la Brecha de Género, el 20% inferior está dominado por los países en desarrollo. Lo que significa que la participación de las mujeres en los lugares de trabajo sigue siendo baja en comparación con los hombres.
Hacerlo beneficiará tanto a sus trabajadores como a su empresa. Así que, para que lo entienda mejor, hemos mencionado algunos de los mejores beneficios de la igualdad de género y por qué es importante su aplicación.
Las empresas que aplican la igualdad de género en el trabajo crean un entorno seguro para todos los empleados, especialmente para las mujeres y las minorías de género. Implantar la seguridad en el trabajo ayuda a los empleados a aportar lo mejor de sí mismos al trabajo. La colaboración se hace fácil, y los trabajadores no temen la discriminación en el lugar de trabajo.
¿Qué es la desigualdad de género en el trabajo?
La desigualdad de género en el lugar de trabajo puede incluir la contratación o formación de un solo sexo para un determinado puesto (quizás porque se considera “trabajo de hombres” o “trabajo de mujeres”). Las empleadas también pueden preocuparse por el trato que reciben durante el embarazo o la maternidad, o por sufrir acoso sexual.
¿Cuáles son los aspectos de la igualdad entre hombres y mujeres?
La igualdad entre hombres y mujeres existe cuando ambos sexos pueden compartir equitativamente la distribución del poder y la influencia; tienen las mismas oportunidades de independencia económica mediante el trabajo o la creación de empresas; disfrutan del mismo acceso a la educación y de la oportunidad de desarrollar ambiciones personales, intereses y …
Discriminación de género en el lugar de trabajo
La igualdad entre mujeres y hombres debe garantizarse en todos los ámbitos, incluidos el empleo, el trabajo y la retribución.El principio de igualdad no impedirá el mantenimiento o la adopción de medidas que ofrezcan ventajas concretas en favor del sexo menos representado.Este derecho está consagrado en el artículo 23 de la Carta de los Derechos Fundamentales.
Las autoridades de los países de la UE sólo están obligadas a cumplir la Carta de los Derechos Fundamentales cuando aplican la legislación de la UE. Los derechos fundamentales están protegidos por la Constitución de su país.Cómo denunciar una violación de sus derechosDirija su queja a la autoridad nacional competente, al gobierno, a los tribunales nacionales o a un organismo especializado en derechos humanos.
Ejemplos de desigualdad de género
La desigualdad de género en el lugar de trabajo puede adoptar muchas formas diferentes. La diferencia salarial entre hombres y mujeres es quizás el ejemplo más universalmente citado. Igualmente visible, el equilibrio de género en los consejos de administración y a nivel ejecutivo es muy desigual entre hombres y mujeres, con una disparidad aún más marcada cuando se consideran las mujeres de color en puestos de alto nivel.
Las mujeres también denuncian mayores niveles de discriminación por razón de género, así como mayores niveles de acoso en el lugar de trabajo. Estas desigualdades tienen implicaciones directas e indirectas para la seguridad económica, la protección, el progreso y el bienestar de las comunidades.
Las investigaciones demuestran que la desigualdad en el lugar de trabajo no sólo afecta a las personas, sino que también influye en la productividad y la rentabilidad de las empresas. Las empresas con mayor diversidad de género en los equipos ejecutivos tienen más probabilidades de tener una rentabilidad superior a la media. Sin embargo, a pesar del fuerte incentivo para abordar el problema, la desigualdad de género en el lugar de trabajo persiste.
Las graves implicaciones que la desigualdad de género tiene tanto para las personas como para las empresas demuestran la importancia de alcanzar la igualdad para que las sociedades y las economías prosperen. Al ritmo actual de progreso, se tardará 99,5 años en cerrar la brecha mundial de género, por lo que es primordial actuar en este ámbito si queremos cerrarla en el transcurso de nuestras vidas.
Cómo lograr la igualdad de género
En 2020, el discurso se ha desplazado significativamente desde un enfoque centrado en la diversidad de género hacia la diversidad y la inclusión de forma más general. Sin embargo, la falta de datos sobre otros indicadores de diversidad y su interrelación con el género ha dificultado a las empresas y a los inversores la medición de sus resultados y la identificación sistemática de lagunas en este ámbito. Como resultado, la mayoría de las iniciativas corporativas y financieras a gran escala tienden a centrarse todavía en las principales métricas de género.
Merece la pena destacar las iniciativas financieras, ya que demuestran el desarrollo y los progresos realizados hacia la igualdad de género. En 2019, las ofertas totales de renta variable y renta fija disponibles públicamente en la inversión con perspectiva de género alcanzaron más de 2.400 millones de USD en activos subgestionados4. El impulso para integrar la diversidad de género en los criterios de inversión ha aumentado a lo largo de los años: desde 2015 se han lanzado al menos 15 nuevos fondos de renta variable con perspectiva de género que cotizan en bolsa. En 2017, Morgan Stanley animó a los analistas a incluir puntuaciones de género en sus inversiones, mientras que en 2018 State Street Global Advisors anunció que votaría en contra de los consejos de administración exclusivamente masculinos en Estados Unidos, Reino Unido y Australia a partir de 2020. En 2018, BlackRock anunció que esperaba que las empresas en las que invertía tuvieran al menos dos mujeres en el consejo e instó a las empresas del Russell 1000 con menos de ese número a actuar ante su falta de diversidad. Esto tuvo un efecto directo, ya que el número de empresas con menos de dos mujeres en el consejo se redujo un 14% en cinco meses5. En noviembre de 2019, Fox Gestion d’Actifs, filial de Groupe Premium, lanzó su Valeurs Feminines Global Fund, que invierte únicamente en empresas que cotizan en bolsa cuyos consejeros delegados son mujeres6. Aunque este criterio plantea retos evidentes, ya que, por ejemplo, en 2020 las mujeres representaban casi la mitad de los empleados de las empresas S&P 500, pero solo el 6% de sus consejeros delegados7, se trata del primer fondo de este tipo y constituye un sólido argumento a favor de una mayor inversión de capital riesgo en mujeres empresarias.