Cuánto tiempo se tarda en desarrollar el túnel carpiano
Existen numerosas ocupaciones que implican trabajo físico. Para algunos empleados, esto puede implicar levantar o mover objetos pesados. Otros trabajos pueden no implicar el uso de todo el cuerpo, sino requerir el movimiento repetitivo de ciertas partes del cuerpo. Años de uso continuado de los mismos músculos y articulaciones pueden provocar problemas. El síndrome del túnel carpiano es una afección que provoca hormigueo, entumecimiento y debilidad en la mano. También se conoce como compresión del nervio mediano. Incluso los empleados que trabajan en sectores diferentes pueden sufrir este tipo de lesión laboral. En algunos casos, el síndrome del túnel carpiano puede dar lugar a una reclamación de indemnización por accidente laboral.
El nervio mediano recorre la longitud del brazo de una persona. El síndrome del túnel carpiano se produce cuando la presión sobre ese nervio atraviesa un conducto de la muñeca llamado túnel carpiano y desemboca en la mano. El mediano controla la sensibilidad y el movimiento del pulgar y de todos los dedos excepto el meñique.
Uno de los primeros síntomas que puede experimentar una persona con síndrome del túnel carpiano es la sensación de que se le ha “dormido” la mano. Esta sensación de adormecimiento puede llegar hasta el brazo. En algunos casos, una persona puede tener reagudizaciones cuando sostiene algo que requiere que la muñeca se doble, como sujetar un libro o el volante. A continuación se indican posibles signos de que alguien puede padecer este síndrome:
Causas del síndrome del túnel carpiano
El síndrome del túnel carpiano (STC) es el resultado de la compresión, generalmente crónica, del nervio mediano en la muñeca. El STC es una de las neuropatías por compresión fácilmente diagnosticables y, en Alemania, cumple los criterios fisiopatológicos de la enfermedad profesional oficial nº 2106 (“Déficit neural causado por compresión”). Sin embargo, en la revisión más reciente de las enfermedades profesionales reconocidas en 2001, la autoridad reguladora excluyó el STC, junto con las enfermedades de la columna vertebral derivadas de los discos intervertebrales (1). El STC figura como enfermedad profesional número 506.45 en el registro de enfermedades profesionales de la Unión Europea desde 2003, y ya en 2001 se reconoció como enfermedad profesional en 9 de los entonces 12 miembros de la UE. En aquel momento, el STC ocupaba el sexto lugar entre las enfermedades profesionales reconocidas (2). En Escandinavia, así como en países de fuera de Europa, la indemnización por enfermedades de origen total o parcialmente profesional se introdujo hace muchos años (3, 4). En 2009, el Ministerio Federal de Trabajo y Asuntos Sociales de Alemania publicó un documento de investigación científica elaborado por su grupo asesor de expertos médicos en el que se apoyaba la inclusión del STC en la lista de enfermedades profesionales (5).
Restricciones laborales para el síndrome del túnel carpiano
El síndrome del túnel carpiano (STC) es un atrapamiento nervioso frecuente con una prevalencia que oscila entre el 2,7 y el 4,9%, dependiendo de la definición, en una población adulta representativa (1). En un análisis conjunto de poblaciones trabajadoras de EE.UU., la prevalencia del STC verificado mediante electrodiagnóstico fue del 7,8% y la tasa de incidencia del 2,3 por 100 personas-año (2), mientras que en una población trabajadora italiana la tasa de incidencia fue del 1,4 por 100 personas-año (3). La prevalencia a lo largo de la vida de la liberación del túnel carpiano (RTTC) se ha estimado en un 3,1% y la tasa de incidencia en 1,73 por 1.000 personas-año en una población normal (4), y algo mayor (3,35-2,98 por 1.000 personas-año durante un seguimiento de ocho años) en una población en edad laboral (5), lo que sugiere que una proporción considerable de los afectados de STC se someten a tratamiento quirúrgico. La RTC es un tratamiento eficaz para aliviar los síntomas del STC tanto a corto como a largo plazo (6).
La revisión de Newington et al. está cuidadosamente realizada, es transparente y señala claramente que existe una base de pruebas bastante escasa y bien documentada sobre los tiempos de RTW tras el CTR. Aunque se incluyó un total de 56 estudios, muchos de ellos sólo comunicaron una estimación resumida -a menudo una media- de la duración de la baja por enfermedad o del tiempo hasta la RTW. Una minoría comunicó una mediana, y sólo ocho estudios proporcionaron además un rango o rango intercuartílico. Además, una cuarta parte de los estudios ni siquiera proporcionó el número de personas que se incluyeron en su análisis de la RTW.
Síndrome del túnel carpiano ocupacional
Los aspectos del síndrome del túnel carpiano (STC) relacionados con el trabajo han suscitado considerables investigaciones y debates debido a su frecuente aparición en la población y al coste que supone abordarlo en el lugar de trabajo. Algunos estudios han llegado a negar que el STC tenga relación alguna con la exposición al trabajo, sino que se debe en gran medida a la predisposición de las personas. Como tal, la enfermedad no es indemnizable, lo que deja a los trabajadores sin ninguna prestación. Y ello a pesar de que la fuerza y la repetición de los movimientos de la mano se han identificado desde hace años como causas del STC. Dado que el uso del ordenador se ha hecho endémico en los últimos años, varios estudios han llegado a la conclusión de que las exposiciones resultantes son insuficientes para atribuirle una causalidad laboral. Más bien, se argumenta que las condiciones genéticas o preexistentes del trabajador son las responsables del desarrollo del CTS. En esta revisión se analiza la bibliografía existente para evaluar la causalidad laboral del túnel carpiano derivada de la exposición a trabajos altamente manuales y repetitivos, así como de la exposición intensa al uso del teclado. Creemos que la bibliografía apoya una fuerte conexión causal con la causalidad del túnel carpiano cuando se está expuesto a trabajos altamente repetitivos y forzados y una conexión causal con el uso del teclado cuando la dosis de exposición es suficiente.