Ejemplo de cláusula de no competencia
Ocurre con frecuencia que una cláusula de no competencia no se ha negociado correctamente o se ha formulado de forma incorrecta. Como consecuencia, un tribunal podrá anular posteriormente la cláusula de no competencia en su totalidad o en parte. Al igual que en el caso de la cláusula de relación, la ley impone dos requisitos formales a la cláusula de no competencia, a saber: (1) la mayoría de edad del trabajador; y (2) el acuerdo por escrito. Además, es muy importante formular claramente la cláusula de no competencia. Debe quedar claro para el empleado lo que puede y no puede hacer. Si la redacción no es clara, los intereses del empleado se verán pronto perjudicados.
Cuando un empleado accede a un nuevo puesto, la cláusula de no competencia vigente debe examinarse de forma crítica. Si se produce un cambio drástico en la relación laboral, como resultado del cual la cláusula de no competencia pesará más sobre el empleado, la cláusula de no competencia debe acordarse de nuevo por escrito.
No competencia deutsch
En derecho contractual, una cláusula de no competencia (a menudo CNC), pacto restrictivo o pacto de no competir (CNC), es una cláusula en virtud de la cual una de las partes (normalmente un empleado) se compromete a no iniciar o iniciar una profesión u oficio similar en competencia con otra parte (normalmente el empleador). Algunos tribunales las denominan “pactos restrictivos”. Como disposición contractual, una CNC está sujeta a los requisitos contractuales tradicionales, incluida la doctrina de la contraprestación.
El uso de este tipo de cláusulas se basa en la posibilidad de que, tras su cese o dimisión, un empleado pueda empezar a trabajar para un competidor o iniciar un negocio, y obtener una ventaja competitiva explotando información confidencial sobre las operaciones de su antiguo empleador o secretos comerciales, o información sensible como listas de clientes, prácticas comerciales, próximos productos y planes de marketing.
Ya en el caso Dyer de 1414, el derecho consuetudinario inglés optó por no aplicar los acuerdos de no competencia debido a su naturaleza de restricciones al comercio[4]. Esta prohibición se mantuvo sin cambios hasta 1621, cuando se consideró que una restricción limitada a una ubicación geográfica específica constituía una excepción aplicable a la norma anteriormente absoluta. Casi cien años más tarde, la excepción se convirtió en regla con el caso Mitchel v Reynolds[5], que marcó un antes y un después en 1711 y estableció el marco moderno para el análisis de la aplicabilidad de los acuerdos de no competencia[6].
Razonabilidad de la no competencia
La celebración de acuerdos de no competencia o la inclusión de cláusulas de no competencia en los contratos de trabajo es una práctica común en todas las jurisdicciones de la CEE. Sin embargo, como estos pactos no están sujetos a la normativa de la UE, las normas que los rigen y la jurisprudencia que los rodea difieren en las distintas jurisdicciones.
Este artículo, redactado por expertos en Derecho laboral de varias jurisdicciones, pretende ofrecer una instantánea de las normas más importantes que rigen los pactos de no competencia en la CEE, incluida la duración máxima del período de no competencia, el importe de la indemnización y las sanciones típicas en caso de que el empleado infrinja la cláusula de no competencia. A continuación se ofrece una visión general por países de estos aspectos seleccionados de las cláusulas de no competencia.
Cláusula de no competencia en Alemania
Un acuerdo de no competencia es un tipo de “pacto restrictivo” generalmente utilizado por los empleadores para limitar la libertad de un empleado para ejercer una profesión similar en caso de que finalice la relación laboral. La cláusula de no competencia es uno de los muchos contratos o acuerdos que el empresario puede pedir a un empleado que firme, y a veces puede resultar muy difícil navegar por estos contratos sin la ayuda de un abogado laboralista. Además, muchos contratos pueden afectar drásticamente a la retribución actual o futura de un empleado o a su capacidad futura para ganarse la vida.
Por lo general, las cláusulas de no competencia sólo son aplicables cuando se definen de forma muy precisa. Para ser aplicables, las restricciones de la cláusula de no competencia (a) deben ser necesarias para proteger los intereses legítimos del empresario; (b) deben tener un alcance temporal y geográficamente razonable; (c) no deben ser contrarias al interés público; y (d) deben estar respaldadas por una contraprestación; es decir, el empleado debe recibir algo a cambio de firmar el acuerdo. La carga de la prueba recae en el empresario para demostrar que la cláusula de no competencia cumple estos requisitos, y los tribunales no suelen reducir los pactos restrictivos demasiado amplios, sino que se limitan a declararlos inaplicables.