Lo más destacado de Harry Potter
Si has decidido comenzar tu Camino Francés desde aquí, podrás disfrutar de un maravilloso día paseando por sus calles empedradas y visitando sus edificios más emblemáticos, como la Real Colegiata de Santa María, la Capilla de San Agustín o la Capilla del Espíritu Santo. ¡Un entorno de cuento que conserva la más pura esencia jacobea!
Zubiri es un pequeño pueblo navarro donde se pueden apreciar las construcciones típicas de la zona. Situado en un entorno natural privilegiado, su monumento más característico es el puente de la Rabia, de estilo románico y que data del siglo XII. Este puente se llama así porque, según la leyenda, si un animal estaba enfermo y pasaba bajo los arcos del puente, se curaba milagrosamente.
Hoy saldrás del Valle de Esteribar, una etapa muy fácil de 20 kilómetros, con pocos repechos y escasos tramos peligrosos, por lo que te recomendamos que te lo tomes con calma y disfrutes de la gran belleza de sus rincones. A la llegada, como fantástica recompensa, podrá disfrutar de la capital navarra, perderse por su bello casco histórico y dejarse seducir por su impresionante oferta gastronómica.
Vive el camino
Esta etapa de 44 km se caracteriza por un continuo ascenso desde Pamplona durante los primeros 12 km hasta alcanzar el Alto del Perdón (780 m), máxima cuota de ruta. Desde allí descenderemos durante unos 4 km por una fuerte pendiente hasta llegar a Uterga. Recomendamos precaución para evitar lesiones. Pero, como siempre, “después de la tormenta, siempre llega la calma”. Por ello, un perfil de terreno mucho más suave nos conducirá hasta nuestro final de etapa: Estella.
Además, hoy se nos unirán los peregrinos que partieron de Somport y han recorrido el llamado Camino Aragonés. Cerca de Puente la Reina, en mitad de la etapa, nos encontraremos con ellos y estaremos juntos hasta llegar a Santiago de Compostela.
A lo largo del camino, hoy podremos ver un curioso monumento a los peregrinos en el Alto del Perdón. También pasaremos por una de las localidades más emblemáticas del Camino Francés: Puente la Reina, prototipo urbano de población nacida en torno a la ruta de peregrinación. Cerca de Muruzábal podemos desviarnos para visitar la iglesia de Santa María de Eunate, uno de los templos más mágicos del camino.
Marcha del país según el PRO Vs. marcha real
Entre el 11 de abril y el 31 de mayo de 2017, los amigos del Área de la Bahía Cathy Seitchik Diaz y David Stewart realizan su tercer Camino. Esta página incluirá los consejos prácticos de Cathy, detalles de la ruta, albergues/hoteles, observaciones y lo más destacado de la caminata. Sobre Cathy
– Ha sido la MEJOR ruta hasta la fecha, en cuanto a llegar directamente a San Juan, de un tirón. Aunque llegamos el LUNES a las 19:30, 25,5 horas más tarde, más, un cambio horario de 9 horas. Estábamos AGOTADOS, ¡¡¡pero/y MUY contentos!!!
– El viaje de más de una hora de Biarritz a St Jean fue similar al de San Francisco a Santa Cruz. Hermosas colinas verdes montañosas, y carreteras con curvas, llegando a St Jean, un pintoresco pueblo de montaña con calles empedradas y sólo peatones, no (mínimo) coches.
– ¡Qué día tan encantador! Caminamos por todo St Jean Pied to Port, Francia. Es una antigua ciudad histórica francesa del 1500, en las estribaciones de los Pirineos que planeamos recorrer a pie y cruzar, mañana y el jueves.
– Hay docenas y docenas de recién llegados con sus mochilas puestas, hablando con emoción y asombro (o es MIEDO) de comenzar esta antigua peregrinación de 780 kilómetros a través de España hasta la Catedral de Santiago donde residen los restos del Apóstol Santiago.
LA LUPE la gran tirana
En la Oficina de Turismo, cogí un plano del casco antiguo. Lo necesitaba para encontrar mi hotel. Por desgracia, cuando me adentré en el laberinto de callejuelas, perdí el sentido de la orientación. El cansancio y el jet lag me habían confundido. Volví varias veces a la Oficina de Turismo antes de admitir mi derrota. Finalmente, la recepcionista me miró a la cara y me acompañó a un cruce que quedaba a la vista de la calle San Nicolás y de mi hostal.
Era domingo, un día en el que la mayoría de los negocios estaban cerrados en España. Sin embargo, el hostal en el que me alojaba tenía un restaurante, un comedor acogedor que desprendía el encanto de una casa de campo. Reservé mesa para comer. Después subí por unas escaleras estrechas y empinadas hasta mi habitación, me duché, me cambié, lavé a mano mi equipo de senderismo lleno de barro y encontré un lugar soleado para montar mi tendedero. Más tarde volví a bajar las escaleras no aptas para niños para el almuerzo del domingo; un entrante de salmón gravlax con alcaparras y crema de eneldo, seguido de lasaña de marisco con bisque de cangrejo, acompañado de un Chardonnay local crujiente y frío. Cada plato estaba lleno de sabor. Desgraciadamente, los aromas delicadamente equilibrados que se desprendían de los platos no evitaron que nos entraran unas ganas irrefrenables de dormir.